Por: Luisa
Bernhardt
Desde que nacemos escuchamos expresiones en nuestro
entorno sobre como la situación nunca cambiara, que esto no hay forma de
arreglarlo, que las personas no salen de su estado de pobreza por culpa del
“sistema” y que este está diseñado para que los que no tienen
“oportunidades” fracasen.
Todo lo antes dicho nos excluye de la escena como si
fuéramos simples espectadores, pero formamos parte de la escena más de lo que
creemos. Alguna vez nos hemos preguntado: ¿Qué puedo hacer yo para
cambiar esto? ¿Puedo yo cambiar mi entorno? ¿Puedo yo cambiar la vida de al
menos una persona?
Si bien es cierto que no todos los seres humanos
han gozado de las mismas oportunidades, la mayoría sacaron provecho y
alcanzaron metas, lo que en cierto modo los hace privilegiados frente a la
mayoría; pero además de esto los dota de un gran poder, ya que pueden impactar
la vida de otra persona y formar parte del cambio. Algo tan sencillo como
acercarte a alguien y preguntarle: ¿Cuáles son tus sueños? ¿Cómo crees que
podría yo ayudarte a realizarlos? hace la diferencia entre seguir quejándonos o
formar parte de la solución.
Imagino que estarán pensando: seguro me responderán que
su sueño es ganarse la loto, pues permíteme decirte que tuve la oportunidad de
salir a la calle y preguntarle esto a varias personas y su respuesta estuvo muy
alejada de algo así. Las respuestas en casi su totalidad tenían una palabra en
común: aprender. Así como lo lees, puedes sorprenderte o creer que
son de otro planeta, pero viven aquí como y son como tú y yo.
Por esto, te exhorto a que te sientes, hagas una pausa y
pienses en una habilidad que te apasione y en la que eres realmente bueno, que
puedas enseñar a otras personas, por más sencillo que parezca; no hay
conocimiento pequeño ni tema sin importancia, eso que para ti es algo común
porque lo manejas al dedillo, puedo ser la herramienta que puede cambiarle la
vida a alguien más y la encamine a realizar su sueño. Veras como cuando te
involucras y apoyas, formas parte del cambio, y no esperas a que las cosas
pasen, tú haces que sucedan. “Un sueño que sueñas solo es sólo un sueño. Un
sueño que sueñas con alguien es una realidad”.

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